Este gato ha visto a sus dueños en la bañera relajaditos y disfrutando del agua
calentita y de las burbujas y él ha querido hacer lo mismo. Así que ni corto ni
perezoso se ha llenado la pila de la cocina, se ha echado un buen chorro de
lavavajillas y se ha cogido el patito para disfrutar él también de un baño
espumoso. Y si parece que está a gusto, sí.
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